No, la foto no es de ayer, pero la multa me la llevo si lo ve esto un guardia de tráfico… Yo siempre he sido más de atardeceres, la gama de colores siempre ha sido más intensa, los olores también, la melancolía, la inquietud, el miedo a la noche que se aproxima. Todo eso es, aparte de más rico en matices, mucho más literario. La oscuridad se va imponiendo y el sol nos va abandonando. Esa incertidumbre es lo que hace que el día tenga sentido.
Y mientras tanto, qué bonito ¿eh? me parecía que iba camino del sol… ¿y si pudiera estar persiguiéndolo eternamente sin que viera acabarse un día nunca?
4 comentarios
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mayo 24, 2007 a 11:41 am
Treegom
Yo también soy de atardeceres, aunque no tendrían sentido si después no hubiera amaneceres. Es lo que tiene, aunque a ti te parezca que la noche se impone, luego llega el sol y lo jod… lo arregla. Lo arregla. Quería dar mensaje positivo.
De todas formas en mi pasión por los atardeceres algo tendrán que ver las impresionantes puestas de sol que tantas veces he disfrutado desde la playa de la Calita en El Puerto…
mayo 24, 2007 a 12:49 pm
castaña
“no necesito nada más que el soplo de una amanecer, que el resto es sólo humo del incienso” Manolo García
mayo 24, 2007 a 1:45 pm
Manuman
Castaña es más de amaneceres, por la cita que nos trae. Pues si el resto del amanecer es “humo de incienso”, sabrás que soy un esclavo de los olores. Manolo García describe en su canción una de las cosas que más disfruto: el suave incienso de los atardeceres, el olor a día gastado, quemado, vencido…
mayo 24, 2007 a 2:20 pm
castaña
me gustan los amaneceres, me hablan de comienzos y oportunidades