Hoy os voy a contar una historia. No es mía, como muchas de las que os contaré, pero no me apetecía escribirla sino contarla con mi voz. Es algo que me he propuesto para una de las secciones de la cabecera. Ya no ha nombres de nubes sino… nubes en sí mismas. Relatos hablados para que disfrutemos de buena literatura también por el oído. No en vano la literatura nació hablada.
En fin, ahí os dejo este breve cuento. Espero que os guste:
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